Autor: Mario Benedetti
Editorial: Alianza Editorial
Número de páginas: 87 páginas
Valoración: Muy Buena c:
REFLEXIÓN
Nos encontramos con un torturado y un torturador, es el torturador "bueno" el que no aplica la guillotina, ni los choques eléctricos ni el submarino, pero torturador al fin y al cabo. Lo olvidaba, esto es una obra, aunque fue pensada como novela ·dato poco relevante·.
Lo genial · y que resume de la mejor manera· es lo que Benedetti dice en el prologo, citó " La obra no es el enfrentamiento de un monstruo y un santo, sino de dos hombres, dos seres de carne y hueso, ambos con zonas de vulnerabilidad y de resistencia". Este texto fue escrito durante el tiempo de las dictaduras en LatinoAmerica.
Me encanta lo que hace Mario con el torturador, que creo en el fondo de mi corazón que es lo que les pasa a aquellas personas que trabajan para las fuerzas armadas de un estado, eso de saber que están haciendo algo repugnante, algo que no los deja ver a su familia a los ojos sin sentir un poco de vergüenza. Por qué, qué persona podría vivir tranquilo sabiendo que es cómplice y autor de asesinatos, de torturas; qué persona puede vivir tranquila sabiendo que destruyo una familia?
Creo, más bien, sé que nuestras ideologías, color político o abanderación social, no nos quita en ningún grado nuestro nivel de "humanización" y creo que Benedetti lo plasmo de manera fantástica con el personaje del capitán. Y también delirio con el personaje de Pedro, con ese revolucionario real, que no se caga a otros. Además comparto eso de que ya muerto no tiene sentido seguir sintiendo miedo ni odio.
El torturado puede no ser sólo una víctima indefensa, condenada a la ilevantable derrota o a la delación. También puede ser un hombre que derrota al poder aparentemente omnímodo, un hombre que usa su silencio casi como un escudo y su negativa casi como un arma, un hombre que prefiere la muerte a la traición.
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